Lo más fuerte del mundo viene ordenado por lo más débil.
Porque lo débil penetra hasta el corazón del cosmos, mientras lo fuerte se queda fuera. Dejarse llevar sin oponerse es muy ventajoso. Sin intentar transformar nada, la mansedumbre todo lo transforma. Ningún ser alcanza la plenitud de su existencia tanto como el que no se impone ni se hace presente a la fuerza. |
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